En caso de que no tengas idea de qué hacer para cuidar tu piel durante este maravilloso invierno, ¡lee este blog y comienza a seguir estos consejos de inmediato!
Beber agua resuelve problemas importantes de la vida (así lo dice toda madre): durante el invierno, el aire se vuelve más seco, lo que provoca sequedad en la piel. Por lo tanto, bebe una cantidad adecuada de agua para mantener tu piel hidratada y saludable.
Baño con agua tibia, ni demasiado caliente ni demasiado fría: si te gusta tu piel, evita las duchas con agua caliente y utiliza agua tibia para ducharte y lavarte la cara. El agua caliente seca la piel rápidamente y, si no la hidratas de inmediato, puede agrietarse y desarrollar eczema invernal. Una vez que te hayas duchado con agua tibia, aplícate una crema hidratante o un sérum que contenga vitamina C, que mantendrá la barrera de humedad intacta y evitará la sequedad.
Selecciona los productos para el cuidado de la piel como elegiste ese vestido de fiesta de Navidad, con la máxima dedicación: durante el invierno, es mejor optar por productos suaves para el cuidado de la piel que ayuden a mantener la barrera de hidratación natural de la piel. Para combatir el acné y los brotes, utiliza humectantes que contengan ceramidas, ácido hialurónico, sueros hidratantes y glicerina para reparar la barrera de hidratación de la piel. Evita las mascarillas, las lociones astringentes y cualquier otro producto que contenga alcohol para evitar la sequedad excesiva de la piel.
La exfoliación debe ser mínima: ayuda a eliminar las células muertas. Sin embargo, durante el invierno es necesario tener un cuidado especial al exfoliar la piel debido a la reducción de la humedad. Exfoliar la piel una vez a la semana está bien: esto ayuda a estimular la regeneración de la piel y a una mejor absorción del producto. Además, exfolia según tu tipo de piel. Si tienes la piel seca, exfolia suavemente. Si tienes la piel mixta y grasa, una vez a la semana está bien.
Protege tus manos y pies: los rayos del sol pueden parecer una bendición, pero los rayos ultravioleta pueden hacer daño. La piel de las manos tiene menos glándulas sebáceas que la de cualquier otra parte del cuerpo, lo que las hace propensas a agrietarse y a picar. Aplica una crema hidratante antes de tomar el sol. Elige cremas a base de glicerina y vaselina para hidratar tus pies. Además, asegúrate de exfoliarte los pies de vez en cuando para que puedan absorber la crema hidratante fácilmente.
No abandones tu dieta: el consumo de frutas y verduras de temporada es el truco definitivo para mantenerte sano en cualquier época del año. Se sabe que las bayas son fuentes excepcionales de vitaminas y minerales. Además de las bayas, las fresas, las frambuesas y cualquier otra fruta de temporada te ayudarán a cubrir tus necesidades nutricionales. Las sopas, las ensaladas y las verduras contribuirán a la hidratación para equilibrar la ingesta de nutrientes.
Haz ejercicio todos los días: salir de esa manta acogedora puede ser una tarea mortal en una mañana fría. Pero hacer ejercicio en casa aumentará tu frecuencia cardíaca, lo que a su vez bombea más sangre a tus órganos y piel. Por lo tanto, haz un poco de ejercicio todos los días sin importar qué tan frío haga.
¡Esperamos que puedas seguir al menos más de 5 de estos consejos de forma regular!
Escrito por Ritika Malhotra